Apenas un puñado de palabras… pueden armar un universo de
sonrisas.
Apenas un racimo de colores, pueden teñir el alma de
armonía.
Un sueño, una canción, el aleteo… de una pequeña ave en lejanía…
Un camino, mil senderos que se abren… eso es la poesía.
Es un decir las cosas con palabras, que más que decir
paisajes pintan…
Un mágico cantar que se parece, al tintineo de una
campanilla…
Un par de alas que permiten, elevar el espíritu sin prisa
Y en lontananza perderse en cascabeles, de llantos o de
risas.
Puedo decir “te quiero” de mil formas… o mostrarte mi querer
en una brizna…
Puedo abrazarte con mis brazos tendidos, o con las palabras
de mi rima.
Puedo besar tus labios tiernos, con los míos, o con la
sonrisa
que brotarían de leer mi frase… eso es más que un beso todavía
Puedo prometerte amor eterno, o puedo escribir coplas
sentidas
que digan lo mismo por escrito, si quieres más pruebas
encima.
Y en esto de hablar y de escribir… en esto, digo, se nos va
la vida…
casi sin pensar hablamos, en cambio escribir sí nos obliga,
a entrar en comunión con el alma, que muchas veces parece
dormida…
A conocer aquello que muy dentro, de nuestro corazón está
escondida:
La esencia del “ser”, más que entelequia, una suma de
experiencias vívidas…
Donde saberes e ignorancias, se mezclan en mágicas
alquimias…
Yo aprendo de ti… luego te enseño… tu aprendes de mí, y a mí
me guías…
Hechizo misterioso esto del ser… ser o no ser… ambas son
orillas…
No opuestas, sino entrecruzadas… se tocan en un punto cual
esquinas
que se encuentran, uniendo dos caminos, originando otro
punto de partida.
Dijo el poeta, que el camino, se compone de llegadas
infinitas…
O sea, cada paso es una meta, de una mayor, desconocida…
¿Pero será así de ignorada, la meta a la que llegaría nuestra
vida?
¿O es que en verdad, no queremos, saberla, porque atemoriza?
¿Cuántas veces, creemos que es mejor, no saber y seguir en
la mentira
De que es el destino o el azahar, quien la meta de la vida
guía?
Despertemos, gente… despertemos!!!! Somos nosotros los
protagonistas
Somos quien enciende las estrellas… o quien se esconde en la
neblina
Somos quien se brinda generoso, como el buen vino… o
mezquina
hasta la mirada cobarde, un “no te metas... a ver si te complicas…”
Somos dueños de la palabra… más de la callada, que de la
dicha…
Somos dueños del pensamiento, y del hacer o no hacer…en esta
vida…
De preparar el habitáculo del cielo… o de hallarlo en una
vida sencilla…
De dejar el corazón en cada cosa… o de no hacer nada con
valía…
En fin, mis queridos amigos… somos capaces de tanta
maravilla…
Que hasta yo, apenas un microbio… soy capaz de escribirles
estas rimas!!!!
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