sábado, 28 de mayo de 2016

A mis nietas... Eluney y Matilde... los dos primeros soles que alumbraron mi ser de abuela.

Por qué, nace abuela, el sol cada día?
¿Se duerme la luna?…  ¿se ríe la risa?
¿A dónde se esconde el sol cada tarde…
Por qué no se quema, si dicen que arde?
El hilo de seda, que teje la araña…
¿A dónde lo compra, que nunca se acaba?
Los grillos que saltan cantando en el patio
¿Es cierto que raspan sus patitas rápido?
Cuando va a llover, andan las hormigas
Todas apuradas, llevando comida…
Y los alguaciles, vuelan presurosos…
¿Quién les contaría que lo saben todo?
Vestidos de invierno: marrón y amarillo
Y en la primavera, de colores vivos…
Los árboles cambian, todos sus vestidos…
Dime ¿quién los pinta, que son tan bonitos…?
Las nubes pasean, libres por el cielo
Armando figuras para entretenernos
Las estrellas guiñan sus ojos brillantes
di… ¿quién las enciende y apaga al instante?
Hay abuela, abuela!!! Cuantas son las cosas…
Que nadie me explica, y son tan hermosas!!!

Dedicada a mi nieta Eluney.
Carta a los futuros egresados del Profesorado de Tecnología

Nogoyá, 13 de julio de 2015
A los próximos egresados del Profesorado de Tecnología
E. E. T. y S. N° 1 – Nogoyá, Entre Ríos.
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Estimados estudiantes:
 Pronto seremos colegas. Conozco la preocupación y el empeño que han puesto en su formación docente, y sé que tienen grandes expectativas respecto a lo que será su profesión futura.
Sin embargo, gran parte de las enseñanzas que han recibido tienen que ver con modelos educativos que ya no seducen a sus futuros estudiantes. Lamentablemente, en los Institutos de Formación Docente aún se sigue enseñando el sistema de una escuela que no se adapta en mucho, a los tiempos que corren ni a las nuevas culturas juveniles. Tiempos, espacios y estructura institucional, no son los más apropiados; sin embargo, dentro de estos moldes, pretendemos incorporar métodos y recursos “modernos”, o talvez, más adecuados a esta pos modernidad.
Pero, queridos estudiantes, esto, a la vez de ser un obstáculo, también es un desafío. Un desafío que nos invita a buscar, a planificar, a elaborar y a intentar nuevas alternativas educadoras; ser creativo, innovador, transgresor… no tener miedo a equivocarse… observar y escuchar con los ojos, los oídos y el corazón, será una llave… una llave que los llevará a recorrer lugares insospechados, porque, cada uno de sus futuros estudiantes, son personas únicas, con aptitudes, habilidades, competencias, saberes y sentires propios; son sujetos que tienen mucho que compartir, mucho que contar y mucho que preguntar. Estimulen siempre la curiosidad de sus estudiantes, y escuchen atentamente sus preguntas… No teman no tener todas las respuestas. Eso es sano. Reconocer y poder decir “No lo sé”, es justamente el principio del viaje de aprender. Admitir la duda, es abrirse al inconmensurable horizonte del conocimiento, porque si todo se da como verdad indiscutible, lo único que haremos es cegarnos en el resplandor de los fatuos artificios del engreimiento… lo único que sé es que no sé nada, afirmó Sócrates, y ese debería ser nuestra frase de cabecera, porque quien reconoce su ignorancia está abierto al conocer…
Queridos estudiantes, la tarea es enorme, y el desafío colosal, pero, aún las grandiosas pirámides fueron construidas piedra sobre piedra… entonces, cada cosa que hagamos, por pequeña que sea, cuenta.

Los invito a comenzar, a tomar parte de esta maravillosa tarea de educar. Recibirán más ingratitudes que satisfacciones, pero, como el laborioso labrador que siembra, soportando lluvias, sequías, granizadas… tengan la plena seguridad que, aunque no lo vean directamente, el fruto habrá de ser abundante… dice el Salmo 125: “Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares”… ese es el verdadero rol del educador, sembrar, sembrar que en algún lugar, nos bendecirá la lluvia…                                                                                        Gracias.                  Alba Cecilia. 
Palabras a los Egresados del Profesorado de Tecnología, de la Escuela de Eduación Técnica y Superior N° 1 de la ciudad de Nogoya, Entre Rios. Argentina.

La educación debe elevar en dignidad, nos dice Paolo Freire… y yo me atrevo a agregar:
Una dignidad que en su sentido más profundo tenga que ver con una cualidad humana que dependa de la racionalidad y se refiera a la teoría que asegura que el ser humano está capacitado para cambiar su vida a partir del libre albedrío y del ejercicio de la libertad individual; en el mejor de los casos, este cambio debe darse para mejorar su situación, entonces, según esta idea, la dignidad está vinculada a la autonomía y la autarquía del hombre que se gobierna a sí mismo con rectitud y honradez o sea, de aquel que pueda pensar un proyecto de vida dignificante, un “para qué”, porque, como diría Nietzsche, “El que tiene un para qué soporta cualquier cómo”

Así, queridos  egresados, me atrevo a decir que nuestra misión en el mundo es ayudar a dignificar, dignificándonos. Sea en el rol que ocupemos, nuestra acción debe estar orientada al profundo convencimiento de que nuestro accionar no es neutro, es una permanente definición. Lo que hacemos debe movernos desde la pasión, desde el amor revolucionario, que en palabras de Freire, este amor revolucionario se vuelve un acto de valor…
Humanicemos. Ayudemos y ayudémonos a “poder ser”, seamos la cuerda que tensa la realidad entre lo que  se es y lo que se debería … porque la vida es una compulsa, donde no siempre gana el primero,  sino el que no habiendo obtenido el triunfo, persiste hasta lograrlo.
Y lo último…
Disfrutemos el momento… de sembrar y cosechar
De  los soles del verano y de la lluvia el cantar.
De la rapidez del rayo, del trueno su retumbar
De aquella luz que encandila o  la negra oscuridad
Disfrutemos la carrera, y del lento caminar
Disfrutemos los silencios, los ruidos, el trajinar
Los momentos de quietud, y aquellos de intimidad
Disfrutemos, que la vida, es un soplo que al pasar
nos recuerda cada día, lo rápido que se va…
pero elijamos quedarnos …ser partes de eternidad
en una sonrisa cómplice, en la mano que se dá…
en la palabra acertada, en la escucha, en el luchar
Elijamos dejar huella con perfume a libertad

huellas que despierten júbilo y placer al recordar.
A mi amiga Rocio Torrado de Lambri


Un sol tibio y brillante de julio…
una fresca llovizna de abril…
El aroma de rosas en mayo,
y en septiembre del blanco jazmín
Cada mes, sorprendente e inédito
creatura nueva y singular
como cada huella que la barca
en su rumbo deja sobre el mar…
Así son mis jornadas contigo
al calor de tu abrazo amoroso
a la luz de tu tierna sonrisa
y al mirar de tus ojos hermosos.
Eres tú, mi amiga del alma,
compañera de cada jornada
fiel escucha de penas y alegrías
y sedaso que enjuga mis lágrimas.
Es contigo, amiga que quiero,
Recorrer cada día de vida
aprendiendo juntas de las cosas
y curándonos nuestras heridas.
Aunque a veces los tiempos obliguen
A no vernos, a estar lejos, lejos…
Tu recuerdo alegra mis días

Y mis pasos guían tus consejos. 
Encuentro

Tardecita noche,
de luna plateada…
Oculta en las nubes…
Apenas sinuada…
Tardecita noche
que  escuchas callada
un rumor  de  dudas….
Voces de esperanza.

Tardecita noche
que oyes mis lamentos:
“Escuela que eres
Techo de los sueños”,
pero sin embargo,
también eres leño
donde arden las dudas,
y encienden proyectos,
que hacen a quimeras
transformarse en reto,
para que un valiente
cual Quijote inquieto
desafíe enfático
molinos inciertos
y aclare cuestiones,
devele secretos,
amplíe horizontes
y rescate aciertos…

Tardecita noche,
de un mayo sereno:
¡Gracias por brindarme
errático encuentro
entre mi ignorancia

y el conocimiento.!!!!
Como Juan Gaviota….



No me dejes hoy, que aún mis alas
no se han repuesto del todo, todavía.
La inmensidad del cielo me da miedo…
Y su inconmensurable soledad me paraliza.

No me dejes aún, que el viento arrecia,
y su frío me atenaza hasta el alma.
Y yo preciso una voz que me murmure
palabras de aliento y de confianza.

Yo elegí la libertad del vuelo;
y confié en la fortaleza de mis alas…
Imaginé firmamentos serenos,
de soles tibios y de lunas plateadas.

Soñé con llevarme conmigo
A muchos de los de la bandada:
Alas abiertas… ojos asombrados,
sed de aventuras, sueños, algaraza…



Pero vi que nadie me seguía.
Que solo su ambición alimentaban.
Y preferían seguir al ras del suelo.
Y no como Juan Gabiota: Usar sus alas…

Por eso, aunque me sienta débil,
Por traicionera ventisca derribada
Te pido amigo que me ayudes

Porque el reto de volar… ¡aún me llama!!!!