Carta a los futuros egresados del Profesorado de Tecnología
Nogoyá, 13 de julio de
2015
A los próximos egresados del Profesorado de Tecnología
E. E. T. y S. N° 1 – Nogoyá, Entre Ríos.
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Estimados estudiantes:
Pronto seremos colegas. Conozco la
preocupación y el empeño que han puesto en su formación docente, y sé que
tienen grandes expectativas respecto a lo que será su profesión futura.
Sin embargo, gran parte de las
enseñanzas que han recibido tienen que ver con modelos educativos que ya no
seducen a sus futuros estudiantes. Lamentablemente, en los Institutos de
Formación Docente aún se sigue enseñando el sistema de una escuela que no se
adapta en mucho, a los tiempos que corren ni a las nuevas culturas juveniles.
Tiempos, espacios y estructura institucional, no son los más apropiados; sin
embargo, dentro de estos moldes, pretendemos incorporar métodos y recursos
“modernos”, o talvez, más adecuados a esta pos modernidad.
Pero, queridos estudiantes, esto,
a la vez de ser un obstáculo, también es un desafío. Un desafío que nos invita
a buscar, a planificar, a elaborar y a intentar nuevas alternativas educadoras;
ser creativo, innovador, transgresor… no tener miedo a equivocarse… observar y
escuchar con los ojos, los oídos y el corazón, será una llave… una llave que
los llevará a recorrer lugares insospechados, porque, cada uno de sus futuros
estudiantes, son personas únicas, con aptitudes, habilidades, competencias,
saberes y sentires propios; son sujetos que tienen mucho que compartir, mucho
que contar y mucho que preguntar. Estimulen siempre la curiosidad de sus
estudiantes, y escuchen atentamente sus preguntas… No teman no tener todas las
respuestas. Eso es sano. Reconocer y poder decir “No lo sé”, es justamente el
principio del viaje de aprender. Admitir la duda, es abrirse al inconmensurable
horizonte del conocimiento, porque si todo se da como verdad indiscutible, lo
único que haremos es cegarnos en el resplandor de los fatuos artificios del
engreimiento… lo único que sé es que no sé nada, afirmó Sócrates, y ese debería
ser nuestra frase de cabecera, porque quien reconoce su ignorancia está abierto
al conocer…
Queridos estudiantes, la tarea es
enorme, y el desafío colosal, pero, aún las grandiosas pirámides fueron
construidas piedra sobre piedra… entonces, cada cosa que hagamos, por pequeña
que sea, cuenta.
Los invito a comenzar, a tomar
parte de esta maravillosa tarea de educar. Recibirán más ingratitudes que
satisfacciones, pero, como el laborioso labrador que siembra, soportando
lluvias, sequías, granizadas… tengan la plena seguridad que, aunque no lo vean
directamente, el fruto habrá de ser abundante… dice el Salmo 125: “Los que
sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares”… ese es el verdadero rol del educador,
sembrar, sembrar que en algún lugar, nos bendecirá la lluvia…
Gracias. Alba
Cecilia.