domingo, 2 de septiembre de 2012
Paisaje
La planice infinita va emergiendo
tras el boreal y azul sueño de la noche
cada estrella va ocultando su luz
mientras el sol despliega sus colores.
Duendes de doradas pinceletas
entrecruzan el aire sin sonidos.
Los árboles desperezan sus brazos.
Mientras las aves aún duermen en sus nidos.
En lontananza las nubes cenicientas
caminan lentamente por el cielo.
Ya no quedan estrellas, solo una
le hace frente al sol... es el lucero.
La brisa empieza en melodía...
Cobran vida la tierra y la laguna.
Mi alma esta contigo encimismada,
contemplando agradecida esta hermosura
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario