Como Juan Gaviota….
No me dejes hoy, que aún mis alas
no se han repuesto del todo, todavía.
La inmensidad del cielo me da miedo…
Y su inconmensurable soledad me paraliza.
No me dejes aún, que el viento arrecia,
y su frío me atenaza hasta el alma.
Y yo preciso una voz que me murmure
palabras de aliento y de confianza.
Yo elegí la libertad del vuelo;
y confié en la fortaleza de mis alas…
Imaginé firmamentos serenos,
de soles tibios y de lunas plateadas.
Soñé con llevarme conmigo
A muchos de los de la bandada:
Alas abiertas… ojos asombrados,
sed de aventuras, sueños, algaraza…
Pero vi que nadie me seguía.
Que solo su ambición alimentaban.
Y preferían seguir al ras del suelo.
Y no como Juan Gabiota: Usar sus alas…
Por eso, aunque me sienta débil,
Por traicionera ventisca derribada
Te pido amigo que me ayudes
Porque el reto de volar… ¡aún me llama!!!!
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